La caída del párpado, o ptosis palpebral, afecta al párpado superior y se produce por un problema disfuncional del músculo elevador debido a causas congénitas, neuronales o, principalmente, degenerativas.
Tomando como base de este problema el efecto del paso del tiempo, lo principal para poder tratarlo es hacer un diagnóstico lo antes posible. Una vez evaluado el problema, existen varias formas de abordarlo con procedimientos más o menos conservadores.
Como primer paso, los expertos han verificado que unos sencillos ejercicios de gimnasia ocular, basados en estimular y tensionar la zona, son recomendables para prevenir y ralentizar la caída del párpado cuando no hay patologías o problemas de salud.
Para casos leves se puede aplicar inyecciones de bótox o ácido hialurónico y pueden ser suficientes para tensar el músculo y estabilizar la altura del párpado. Aquí es importante puntualizar que sus efectos son temporales.
De forma quirúrgica, nos encontramos con la blefaroplastia. Se encarga de recuperar la tensión en el músculo del párpado que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. También se puede aprovechar para retirar el exceso de piel en la zona. Pese a ser una intervención quirúrgica, la blefaroplastia es muy poco invasiva y su recuperación es rápida (alrededor de 15 días), con un postoperatorio simple y poco doloroso.
En Clínica Idella ofrecemos atención personalizada y asesoramiento durante todo el proceso para que tengas las mejores opciones y solucionar así la caída del párpado.